martes, 7 de septiembre de 2010

Los alimentos transgénicos y el apocalipsis

Pueden ser la solución a la escasez de recursos del planeta o una catástrofe ecológica sin precedentes, cuesta ponerse de acuerdo. Sin tener aún una respuesta clara, ¿no nos habremos precipitado un poco al adoptar los cultivos transgénicos con tanto entusiasmo? Quizá ya sea tarde para hacerse esta pregunta, cuando en casi todos los rincones hay organismos genéticamente modificados, plantas con genes que les permiten luchar contra sus parásitos o contra herbicidas, lo que aumenta notablemente la producción y reduce el gasto. De momento no ha habido ningún problema serio, pero esto no es ninguna garantía de que continúe así en el futuro. ¿Son realmente seguros los transgénicos?

Desde que hace veinte años se empezaron a comercializar las semillas transgénicas ha habido dos motivos principales de preocupación. El primero es cómo puede afectarnos comer un vegetal al cual se le ha añadido un gen que no es suyo. El segundo es el impacto que este tipo de plantas puede tener en el medio ambiente. En lo que se refiere al primero, hasta ahora no se ha visto que los transgénicos sean malos para nuestra salud, ni hay en principio muchas razones para pensar que puedan serlo. Que una planta exprese un gen de más no le da en principio ninguna toxicidad especial. De hecho, si los genes de los vegetales que comemos pudieran alterar de alguna manera el cuerpo humano, a estas alturas habríamos echado raíces y nos saldrían ramas en la cabeza.

Hay que recordar que todos los seres vivos tienen su ADN y su genoma, y que comérnoslos no nos permite adquirir sus facultades. Esto parece que no todo el mundo lo tiene claro. Una encuesta reciente en Gran Bretaña señalaba que un 75% de los entrevistados creía que los alimentos orgánicos no tenían genes (!) y los transgénicos sí, de ahí que preferían no comprarlos. Esto más que gracioso es trágico: estamos tomando decisiones sobre nuestra salud sin entender todos los factores en juego y así los más perjudicados somos nosotros. El temor a los transgénicos es lógico y hasta cierto punto necesario, pero sólo si viene motivado por la precaución, no por la ignorancia.

Otro asunto muy diferente es el posible daño que puedan ocasionar al ecosistema. Aquí la respuesta no es tan tajante. Los expertos se dividen entre los que creen que no pasa nada, que con las medidas de seguridad actuales es suficiente, y los que temen que los transgénicos escapen de nuestro control y causen un cataclismo biológico en cadena. Por ejemplo, una planta diseñada para sobrevivir mejor podría en teoría competir con las 'naturales' y acabar por ocupar su lugar, lo que llevaría, en el peor de los casos, a la extinción de parte de la vida vegetal de nuestro planeta si no lo paráramos a tiempo. Ya se han visto algunos casos aislados en los que cultivos transgénicos han salido fuera de los límites que les habían marcado, normalmente en campos adyacentes, y se ha discutido mucho la importancia real de estos descubrimientos.

La novedad es que hace unos días se anunciaba que se había encontrado la primera planta genéticamente modificada creciendo por su cuenta en Estados Unidos, es decir, fuera de los campos de cultivo controlados donde había sido plantada. Se trata de hecho de dos variedades de colza transgénica resistente a herbicidas, una de Bayer y otra de Monsanto, que se han establecido en varias zonas 'salvajes' de Dakota del Norte. Esta vez no es un hecho anecdótico, sino una 'fuga' bastante considerable y por primera vez a distancias importantes del punto de origen. Además, los investigadores han localizado también un tercer transgénico, que es una mezcla de los otros dos. Esto quiere decir que las plantas llevan tiempo creciendo en esas áreas y que se han entrecruzado espontáneamente, como pasa normalmente en la naturaleza, generándose así una nueva especie híbrida que tiene el gen insertado por Bayer y el de Monsanto.

¿Es grave este descubrimiento? Por ahora los transgénicos se limitan a crecer en los márgenes de las carreteras y no están afectando los ecosistemas donde se han instalado. O sea, no hay un peligro inmediato. Podría haber riesgo de que la colza intercambiara los genes de la resistencia a los herbicidas con las malas hierbas que crecen en la zona, lo que las convertiría en un problema serio para los granjeros. Lo que sí demuestra este episodio es que las medidas para vigilar a los transgénicos son insuficientes. Además, a juzgar por el tiempo que esta colza lleva en libertad, es probable que haya habido más fugas que no se han detectado aún, principalmente porque no se destinan suficientes recursos a buscarlas. Los que decían que no había que sufrir porque los cultivos modificados se descontrolaran tendrán que revisar sus teorías.

Es difícil mantenerse objetivo cuando se habla de transgénicos. En Europa, probablemente el lugar donde tienen menos partidarios, se ha tomado muchas decisiones legales por simple presión popular, desoyendo los informes de los expertos que mejor nos podrían aconsejar. Al otro lado de la balanza pasa lo mismo: hay una motivación económica importante detrás de la implantación de estos los cultivos, y esto puede hacer callar a los científicos que buscan pruebas en su contra. Lo más lógico sería priorizar nuestra seguridad, pero esto no es fácil cuando hay una serie de intereses creados. Hay que investigar mucho más, de la forma más imparcial posible, e incrementar los controles de seguridad hasta que entendamos exactamente todas las consecuencias.
Fuente:

martes, 17 de agosto de 2010

¿Conoces el síndrome del Titanic?

Los alimentos transgénicos conforman un suculento negocio. Pese a que ya están en el mercado todavía no se han estudiado por completo las repercusiones que su producción y consumo pueden tener sobre el ser humano y los entornos naturales en los que se siembran sus cosechas.

Suiza aprobó en referéndum en el año 2005 una moratoria sobre cultivos transgénicos que ahora prorroga hasta 2013 para poder completar las investigaciones que están realizando sobre estas variedades.

En la India se acaba de aprobar una moratoria sobre el cultivo de variedades transgénicas de berenjena Bt “hasta que estudios científicos independientes aclaren la seguridad de estas variedades desde el punto de vista de su impacto a largo plazo sobre la salud humana y sobre el medio”. En el ámbito de la salud, la agencia sudafricana que vela por la calidad de la publicidad obligó en el 2007 a la empresa Monsanto a retirar un anuncio en el que afirmaba que no se habían detectado problemas con los alimentos transgénicos.

Tenía buenas razones para hacerlo, pues decir que “no se han demostrado efectos negativos de las variedades transgénicas sobre la salud humana” implica obviar varias cuestiones. Por un lado, son las empresas que comercializan estas variedades las que deben hacer los estudios suficientes para garantizar, mínimamente, su seguridad. J. L. Domingo, profesor de Toxicología de la Universitat Rovira i Virgili, ya denunció en un trabajo publicado en Science que no existían los estudios suficientes que dieran esas garantías.

La propia Comisión Europea reconocía que, sobre los transgénicos, “algunos temas no se han estudiado en absoluto”. Por otro lado, no se ha realizado ningún estudio que analice los posibles efectos sobre las personas. Sí existen algunos estudios de laboratorio con ratones, y éstos muestran algunos problemas para la salud: envejecimiento prematuro del hígado con soja transgénica resistente al herbicida glifosato, y problemas en hígado y riñones y de reacciones alergénicas con el maíz Bt.

Si algo caracteriza la cuestión de los transgénicos es la falta de rigor con el que las autoridades de seguridad alimentaria han dado el beneplácito a estas variedades aplicando una “estricta normativa”. Cabría definir cuál es el riesgo que la sociedad está dispuesta a asumir en relación a los cultivos transgénicos. Para ello, lo primero es preguntarse: ¿para qué queremos los cultivos transgénicos? ¿Con qué objetivos los plantamos? ¿Qué impactos negativos tiene su cultivo, tanto en términos sociales como ecológicos y para la salud? Y para conseguir esos objetivos, ¿existen otras alternativas más seguras? Y a igual riesgo, ¿existen otras alternativas más baratas? Más que ir en contra del avance científico, nos permitiría hacer más ciencia.

En la actualidad, los transgénicos no solucionan ninguna necesidad social ni ecológica. La idea de producir medicinas en plantas no supone producir nuevas medicinas, sino sólo trasladar el proceso desde un laboratorio, relativamente cerrado y controlado, al campo, ese espacio abierto e incontrolado por antonomasia. Para estos problemas sociales y ambientales existen otras soluciones que implican cambios en el ámbito político, pero son soluciones más baratas, más seguras y más justas.

Se han hecho aportaciones para resolver el problema del hambre desde el ámbito de las ciencias sociales y políticas. También desde las ciencias ambientales se proponen soluciones que, sin los cultivos transgénicos, permitirían mitigar y adaptar a los pueblos a nuevas condiciones climáticas. Si algo caracteriza a las semillas transgénicas es el oscurantismo, el pensar las soluciones “desde arriba”, sin contar con las personas potenciales beneficiarias de sus “magníficas cualidades”, o sin las aportaciones de otras ramas científicas o de la sociedad para analizar la realidad desde otras perspectivas.

Los transgénicos han recibido la bendición de todas las instituciones (i)responsables bajo el manto de una “tecnología punta” y de una “ciencia sólida” y supuestamente monolítica en su apoyo a esta tecnología. Algunos se suben a este barco porque la “tecnocracia” es decir, la creencia de que la tecnología aportará la solución a todos nuestros problemas, es la religión de nuestros días. Otros porque es su negocio. Y los de la bodega, porque creen que este barco les sacará de su miseria actual. Cuando el barco se esté hundiendo, aquéllos seguirán sin dejarles salir a flote. Un ejemplo, en España podemos encontrar semilla de maíz transgénico igual o más barata que la de variedades convencionales.

La misma táctica que las grandes superficies comerciales: vender por debajo del precio de coste para inundar el mercado. Pero ¿qué pasará el día que tengan aún más controlado el mercado de semillas? En Illinois el precio de la semilla de soja se ha triplicado desde el año 2000 mientras que las producciones han aumentado menos del 1%.

Marta G. Rivera Ferre, investigadora de Veterinarios sin Fronteras y colaboradora del Centro de Colaboraciones Solidarias.

Fuente: Canal Solidario
Texto extraido de www.biodiversidadla.org
Soberanía Alimentaria frente al Cambio Climático

Bajo la consigna "El agronegocio calienta el planeta, la agricultura campesina lo enfria", diversas organizaciones sociales de base campesinas e indígena se dieron cita ayer en Asunción para debatir las opciones de la soberanía alimentaria frente al control de los agronegocios y los impactos del cambio climático.

El evento convocado por la Iniciativa de Acción contra los Agronegocios AAI (www.agribusinessaction.org), contó con las exposiciones de compañeros de la Confederación Agraria del Perú y de la propia AAI. Se analizó fundamentalmente como la industria de alimentos y la agricultura a gran escala de monocultivos está contribuyendo a las emisiones de gases altamente contaminantes del medio ambiente debido a la reconversión de tierras, al uso intensivo de agroquímicos y la creciente dependencia de la industria de la energía fósil.

Los expositores señalaron como las grandes companías, (Cargill, Archer Daniels Midland, Monsanto, Tyson y otras), son responsables de destruir la soberanía alimentaria, el conocimiento milenario de los pueblos y el equilibrio con la naturaleza, a través de su afán por controlar semillas, tierras, fuentes de agua, comercialización de productos y hasta las opciones de quienes consumen fundamentalmente en las grandes urbes a través de los supermercados.

Toda esta situación está provocando serias consecuencias no sólo para los pueblos campesinos, sino para la humanidad como tal, ya que amenaza con un control planetario sobre recursos y fuentes de vida esenciales como son los alimentos y el agua.
Un aspecto que fue bastente discutido es como los organismos internacionales, parte del problema, se ofrecen con soluciones de tecnología avanzada que incluye desde paquetes de semillas y fertilizantes, hasta organismos genéticamente modificados y supuestos mecanismos de compensación y fijación de carbono.

El Banco Mundial y la FAO apoyando inciativas de mercados verdes y supuestas salidas biotecnológicas están contribuyendo con los planes del agronegocio, sin querer aceptar que la agricultura y ganadería intensiva son altamente responsables de la actual situación del cambio climático.

Los distintos participantes relataron las experiencias de sus pueblos y comunidades en el combate a los efectos de estos cambios que tienen impactos directos sobre sus territorios. La Soberanía Alimentaria como principal herramienta de resistencia y construcción de iniciativas campesinas destacó en el esfuerzo por la Reforma Agraria, pero también por el uso de abono naturales, de controladores biológicos, mercados alternativos y por mayores articulaciones entre los grupos urbanos y los productores directamente ligados a la tierra. Surge como un reto fundamental en este contexto avanzar en la contrucción de un sujeto político urbano capaz de articularse en esta lucha por la soberanía alimentaria, para la defensa del Buen Vivir y la lucha contra la criminalización y militarización que sufren hoy los territorios y pueblos indígenas y campesinos.

Si reconocemos que el pilar fundamental de toda sociedad es la alimentación, como sostenía un companero boliviano en el panel: "tenemos que avanzar en la valoración del saber y conocimiento de nuestros pueblos originarios y reconocer que los organismos internacionales y la industria de los agronegocios no tienen soluciones para el cambio climático y el hambre a nivel mundial. Vivir Bien supone una opción politica por nuevas sociedades, con educación, salud, justicia y equidad".

Publicado en:
IV Foro Social Americas.
14 de agosto de 2010
por Carlos Aguilar

Lucha de campesinos haitianos contra Monsanto llega al Foro Social de las Américas



Los movimientos campesinos de Haití están en la calle para denunciar que la supuesta filantropía de la corporación Monsanto no es más que una fachada para hacer negocios en el futuro, y están dispuestos a que su lucha se haga escuchar en todo el mundo.


Militantes del Movimiento Campesino Papaye (MPP por sus siglas en francés), que forma parte de La Vía Campesina, contarán la historia de esta resistencia contra la semillera estadounidense en el Foro Social de las Américas, que se desarrollará entre el 11 y el 15 de agosto en Asunción, la capital de Paraguay.

Uno de los principales referentes del MPP, Chavannes Jean-Baptiste, estuvo hace algunas semanas en Washington, y allí cuestionó la donación de Monsanto al gobierno de Haití de 475 toneladas de semillas transgénicas, después del terremoto del 12 de enero.

Lo hizo frente a representantes de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que financia el proyecto Winner, mediante el cual se pretende efectivizar la entrega de semillas a unos diez mil campesinos.

“Las donaciones de Monsanto son un ataque contra la agricultura campesina y nuestra biodiversidad (…) Monsanto se aprovecha del terremoto para entrar al mercado de semillas de Haití”, reiteró Jean-Baptiste.

Y luego se preguntó: “¿Por qué los productos biológicos son buenos en California y no en Haití? Las semillas híbridas deben comprarse todos los años, y van a eliminar a las semillas locales, que existen desde hace más de dos siglos, y harán dependientes a los campesinos de la agroindustria”.

Esas declaraciones se hacían mientras unos veinte mil campesinos marchaban por las calles de Haití para expresar su descontento con el “regalo envenenado” de la Monsanto, que se encargó de informar a la prensa que los productos donados cuestan cuatro millones de dólares.

Durante esa movilización, referentes del MPP alertaron que existe una escasez de semillas entre los productores familiares, ya que la mayoría de ellas fue utilizada para alimentar a los refugiados.

Los ejecutivos de Monsanto explicaron que la decisión de regalar las semillas se tomó pocos días después del sismo, y en el marco del Foro Económico Mundial en la ciudad suiza de Davos, que anualmente convoca a los políticos y empresarios más poderosos del planeta.

Fuente:
www.ecoportal.net

Cultivos transgénicos ‘se escapan’ de los campos


Científicos hallan evidencia de que los cultivos modificados genéticamente pueden prosperar de forma silvestre.

Investigadores en Estados Unidos hallaron nueva evidencia de que los cultivos genéticamente modificados pueden sobrevivir y prosperar sin que se les proporcione cuidado alguno -posiblemente- por décadas.

Un equipo de la Universidad de Arkansas llevó a cabo una inspección en los campos de Dakota del Norte, en el norte del país, en busca de canola, un cultivo conocido también con el nombre de colza y que se utiliza para forraje y para la elaboración de aceite vegetal.

Tras revisar distintas regiones del estado, encontraron genes transgénicos en el 80% de las plantas que crecían de forma silvestre.

Según los investigadores, es muy probable que las modificaciones genéticas les hayan permitido a las plantas sobrevivir a pesar de los herbicidas.

Estados Unidos no regula los cultivos modificados porque las autoridades creen que la transferencia de genes a la naturaleza no es dañina. La Unión Europea ha sido más cauta en este sentido, aunque una serie de gobiernos europeos están deseosos de aprobar estas tecnologías.

Los resultados del estudio fueron presentados en el encuentro anual de la Sociedad Ecológica de EE.UU., en Pittsburgh.

“Establecimos once líneas que cruzan el estado, que consisten en carreteras y demás caminos”, le dijo a la BBC Cindy Sagers, a cargo del equipo de Arkansas.

“Las atravesamos e hicimos un total de 604 paradas en una distancia de 5.000 kilómetros. Hallamos canola en el 46% de los sitios y el 80% tenía al menos un gen transgénico”.

En algunos lugares, las plantas estaban tan juntas como ocurre en un cultivo.
“Encontramos colza resistente a los herbicidas a la vera de los caminos, en terrenos baldíos, en tiendas de vegetales y en cementerios”, dijeron los científicos.

La mayoría de la canola que se cultiva en Dakota del Norte está genéticamente modificada para ser resistente a los herbicidas de marcas registradas. Las variedades de Monsanto RoundUp Ready y de Bayer LibertyLink son las favoritas.

Dos de las plantas analizadas contienen genes modificados, resultado de la polinización cruzada.

Se estima que ésta es la primera vez que se identificaron plantas genéticamente modificadas creciendo de forma silvestre en EE.UU.

Hallazgos similares tuvieron lugar en Canadá, mientras que en Japón un estudio llevado a cabo en 2008 descubrió cantidades significativas de una planta transgénica de la misma familia de la canola cerca de las zonas portuarias donde se importaron las variedades modificadas.

Lo que sorprendió al equipo de Arkansas es la ubicuidad de estas variedades transgénicas en la naturaleza.

“Encontramos la mayor densidad de plantas cerca de los campos agrícolas y las principales rutas”, le dijo Sagers a la BBC.

“Pero también hallamos plantas en el medio de la nada, y en Dakota del Norte, hay mucha ‘nada’”.

Como son muy livianas, las semillas de canola se dispersan muy fácilmente con el viento o al caerse de los camiones que las transportan.

Regulación

Según Alison Snow, una especialista en el tema de la Universidad de Ohio que no estuvo involucrada en el estudio, las autoridades ya habían anticipado la existencia de plantas transgénicas fuera de los campos de cultivo, pero no consideraron que esto fuera un problema.

“Las agencias reguladoras en EE.UU. esperaban encontrar canola resistente a los herbicidas creciendo en la naturaleza, así como poblaciones de híbridos interespecíficos”, le comentó a la BBC.

“Con el tiempo, sin embargo, el aumento de los distintos tipos de plantas silvestres de canola u otras especies resistentes a los herbicidas puede dificultar su control mediante el uso de herbicidas”.

En EE.UU. los cultivos transgénicos no están bajo una regulación especial a menos que se haya demostrado que existan diferencias entre ellos y su equivalente convencional.

Esto contrasta con el régimen que existe desde hace una década en la Unión Europea (UE).

Aunque recientemente la Comisión Europea recomendó que cada país tome sus propias decisiones sobre si permitir o no estos cultivos dentro de su territorio, una vez que la UE les de el visto bueno en cuanto su impacto en el medio ambiente y la salud.
Fuente:
Terra/BBCMundo

jueves, 22 de julio de 2010

50 % de población mundial sufrirá alergias por alimentos transgénicos


Entre el 40 y el 50 por ciento de la población mundial sufrirá algún tipo de alergia a mediados de este siglo como consecuencia de alto consumo de alimentos transgénicos, informó Pedro Guardia, jefe del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla en España.
Explicó que esta situación es producto del uso cada vez más extendido no solo de alimentos transgénicos sino también de las frutas y verduras que usaron productos químicos potenciadores en su madurez, el uso de antibióticos en animales y la propia contaminación ambiental de las ciudades.

Pedro Guardia sostiene su posición en que el 15 por ciento de todas las consultas al alergólogo en menores de edad “lo son ya por alergias a los alimentos”.

Además, se registró en el período de 1995 a 2005 que las consultas por alergias a alimentos, como frutas, verduras o productos que contienen lactosa, huevo o maíz, se duplicaron.

Señaló que cuando hacen madurar de manera artificial estos alimentos ocasionan “una reacción inmunológica de respuesta, generando unas proteínas de defensa que a la postre son las que el ser humano reconoce como un alérgeno (sustancia extraña al organismo)”.

De igual forma, aludió a las reacciones a la lactosa de la leche como consecuencia “del paso a la leche de la propia vaca de los antibióticos que el propio ser humano le suministra al animal para que no contraiga infecciones de diversa índole”.

Asimismo, sobre los alimentos producidos a partir de un organismo modificado genéticamente, Guardia se mostró a favor del etiquetado donde se “recoja de forma clara y detallada su composición”.


Tomado de la Agencia de Noticias SERVINDI

Publicado el 8 de julio, 2010.

miércoles, 21 de julio de 2010

Extracto de la entrevista que aparecio en el periódico DIAGONAL a Vandana Shiva: física teórica, ecofeminista, filósofa, escritora, Premio Nobel Alternativo 1993 y luchadora desde los años 70 por la soberanía alimentaria, los derechos de los campesinos y de las mujeres.

Los transgénicos no evitan el hambre” Entrevista a Vandana Shiva

“En estas semillas no hay ninguna etiqueta que te diga que eso es ingeniería genética, así que tras dos años cultivándolas el campesino ha contraído una deuda tan grande que va a perder su tierra. Y es justo ese día cuando se bebe el pesticida. Entonces alguien encuentra el cuerpo y le dice a la mujer: “Tu
marido está tirado en el suelo junto a una botella de pesticida”.
Vandana Shiva


P: ¿Cómo ha afectado el cultivo de jatrofa (pequeño arbusto oleaginoso para agrocombustibles) en la crisis alimentaria?

En la India dicen que la jatrofa sólo se promueve en zonas tan áridas que no podría plantarse otra cosa, así que supuestamente no amenaza la seguridad alimentaria. Pero eso no es cierto.

Desde Navdanya hemos elaborado un estudio que analiza los grandes cultivos de jatrofa en los estados de Maharashtra, Rajastán, Chhattisgarh que demuestran que estos cultivos están desencadenando una crisis alimentaria en la zona, además de un problema de acceso a la tierra.

En el estado de Rajastán están modificando las leyes para convertir tierras comunales, tradicionalmente de pastoreo, en cultivos de jatrofa. Hemos hechos un estudio que demuestra que la toxicidad de esta planta se extiende por el aire. El objetivo en la India es plantar 11 millones de hectáreas de una planta tóxica, lo que significa que estás dejando esa tierra desertizada.

Además, la jatrofa representa un riesgo para los niños, que cogen los frutos, se los comen…, algunos se ponen enfermos o mueren. Es un sistema absurdo, tenemos más de 200 tipos de árboles y arbustos oleaginosos que podrían proveer energía localmente sin poner en peligro la seguridad alimentaria.


P: Las industrias de la biotecnología afirman que los transgénicos han ayudado a aumentar la productividad en países como China o la India, mitigando los efectos de la crisis alimentaria.


El único cultivo modificado genéticamente que tenemos en la India es el algodón BT. La gente no se come el algodón: lo usa para vestirse. Es muy característico de la industria de la biotecnología hacer asociaciones absurdas y llamarlo ciencia.

Otra manipulación son las cifras de las exportaciones. En realidad India está exportando a costa de su industria local porque el 80% del algodón va a China, donde hacen ropa barata para la India, para España, para vender aquí y allá. Mientras, nuestros campesinos se suicidan por el precio de las semillas de algodón modificadas genéticamente. El algodón BT no sólo no aumenta la productividad sino que además es mucho más caro. Las semillas tradicionales de algodón costaban siete rupias por kilo, mientras que el de algodón BT cuesta 17.000 rupias.

Además se supone que estas semillas están modificadas para controlar plagas, pero lo cierto es que crean otras nuevas, lo que conlleva un incremento del 30% en el uso de pesticidas. Y estos son datos recogidos en el campo, basados en los campesinos, no en los informes que los altos ejecutivos de Monsanto ojean desde su despacho en Londres o Bonn.
Las exportaciones de algodón en la India han caído un 50% ¿y todas las grandes multinacionales de la agroindustria habrán perdido también un 50%? No. Porque el comercio y la producción ya no están relacionadas, por eso hay una crisis alimentaria.

Han sido estas multinacionales las que nos han llevado a la crisis alimentaria, las que han especulado, las que no han dejado que la comida fuera accesible para las personas. El cultivo de algodón BT se está extendiendo tanto porque Monsanto se asegura de que no exista otro tipo de semillas, destruye cualquier suministro alternativo.
Presionan a instituciones y gobiernos para que dejen de cultivar, de conservar, así que no existe ningún banco público de semillas. Además, engañan a los campesinos para que no intercambien semillas. Les ofrecen una variedad nueva con promesas de alto rendimiento y dinero y el campesino acepta, pero no se da cuenta de que Monsanto ha hecho lo mismo en cada pueblo, en cada Estado, hasta que de pronto hay grandes áreas que dependen del algodón BT de Monsanto.

Realmente, no es algo que esté basado en la elección de los campesinos sino en destruir su capacidad de elegir. En la India, en los lugares en los que se cultiva el algodón BT es donde el índice de suicidios es más alto. Más de 200.000 campesinos se han suicidado en los últimos 10 años.


P: La mujer, a pesar de ser la guardiana de la biodiversidad, es la que más sufre las consecuencias de los cultivos transgénicos.


Desde que las semillas están en manos de las mujeres, se convierten en sus guardianas y no hay ni muertes, ni suicidios. La globalización amenaza a las mujeres con cargas muy sangrantes. La primera es el asunto de los suicidios de los hombres. Mientras las mujeres se quedan en el campo, los hombres visitan las ciudades y se encuentran a los agentes de la compañía de semillas que les dicen “usa esta semilla milagrosa que te va a hacer rico”.

En estas semillas no hay ninguna etiqueta que te diga que eso es ingeniería genética, así que tras dos años cultivándolas el campesino ha contraído una deuda tan grande que va a perder su tierra. Y es justo ese día cuando se bebe el pesticida. Entonces alguien encuentra el cuerpo y le dice a la mujer: “Tu marido está tirado en el suelo junto a una botella de pesticida”.
Y en ese momento los agentes de las empresas de semillas, los nuevos prestamistas, empiezan a visitar la casa para cobrar la deuda. Las cargas más terribles de la globalización recaen sobre la mujer que, además, nunca ha participado en la toma de sus decisiones.



Vía: Altermon Consciéncia pel canvi de DIAGONAL
En El Blog Alternativo: Transgénicos
Más información: El dedo en la llaga
Más información: Gastronomía & Cía
La región Huánuco fue declarada zona rica en
biodiversidad y libre de transgénicos
De esta manera se busca cuidar los recursos biológicos y nativos propios de la zona
A través de una ordenanza en la que se prohibe cualquier tipo de manipulación, cultivo, almacenamiento, intercambio, cultivo y comercialización de productos genéticamente modificados, el Presidente regional de Huánuco, Jorge Espinoza, declaró a esta región rica en biodiversidad y libre de transgénicos.

“Huánuco es una región que tiene diversos sistemas andinos y amazónicos que deben ser intangibles, y es nuestro deber evitar su contaminación y su extinción, por ello se ha tomado esta decisión. Instituciones, como la Comisión Ambiental, el Instituto de desarrollo de medio ambiente (IDMA),el Consejo Regional y la Asociación Nacional de Productores y Consumidores agroecológicos velarán por el cumplimiento de esta norma en salvaguarda de los recursos biológicos y genéticos nativos”, indicó Espinoza
Publicado el Viernes 09 de julio de 2010 - 07:28 pm

martes, 20 de julio de 2010

En el plazo de un lustro Bolivia estará libre de transgénicos
(AINI, tomado de RMR, 01 de junio de 2010).-
El Estado Plurinacional de Bolivia comenzó, por directiva de su presidente Evo Morales, un periodo de transición de cinco años que culminará con la declaratoria de libre de transgénicos y en paralelo se inicia un proceso de rescate de semillas locales hacia la soberanía alimentaria.
El proceso de recuperación de la soberanía alimentaria en Bolivia ha debido superar varios obstáculos. Además de los latifundistas brasileños que se habían apropiado sin pausa durante décadas de vastas extensiones de tierra, la penetración de las semillas transgénicas es un verdadero “caballo de Troya” en el proyecto popular de Evo Morales y las organizaciones campesinas bolivianas.

Sin embargo, hoy las organizaciones del campo, indígenas, originarias, campesinas e interculturales “son gobierno” y han decidido plantar cara al ultraje de sus recursos naturales.Así lo comentó a Radio Mundo Real en el marco de la Consulta Regional de FAO sobre uso y tenencia de la tierra en Brasilia, Oscar Mendieta Chávez, asesor del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras del Estado Plurinacional de Bolivia.Por directiva del presidente Morales, los aparatos estatales bolivianos ya se encuentran trabajando para el proceso de declaración del territorio del altiplano como libre de cultivos genéticamente modificados.

“Evidentemente nosotros no podemos compartir la afirmación de los grandes consorcios del agronegocio de que mediante las semillas híbridas y los transgénicos se va a solucionar el problema del hambre en el mundo”, sostiene Mendieta.

“Estas semillas transgénicas no son fruto ni de la naturaleza ni de Dios, y por tanto más que hacer un favor a la agricultura campesina, son un riesgo de contaminación de recursos genéticos silvestres, locales, así como a los consumidores”.

En el proceso de transgénesis se utilizan antibióticos, señala Mendieta Chávez, por lo que el consumidor de transgénicos puede hacerse, a la larga, inmune a los antibióticos.
“Si entendemos que al consumir una papa, cultivo del que somos zona originaria, o un grano de maíz o de trigo estamos consumiendo la historia de nuestras culturas no podemos aceptar este tipo de manipulación genética”, insiste.

“Nuestro Presidente ha indicado que en el correr de estos cinco años deberá eliminarse todo lo que es semillas transgénicas y también rescatar las variedades locales, que han sido cuidadas en las comunidades campesinas”.

Esta idea de Evo Morales estuvo en la base de sus palabras en la Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático de Cochabamba, señala finalmente Mendieta Chávez, al señalar con ejemplos concretos el efecto nocivo de la transgénesis en la salud humana. Inversión en monocultivos viola derechos humanos y agrava el cambio climático.

lunes, 14 de junio de 2010



TRANSGÉNICOS ESTUVIERON EN AGENDA EN EL DÍA DEL AMBIENTE



Por: Jorge Armando Villanueva
ASOCIACIÓN CIVIL LABOR


(Lima, 05-06-2010).-
En el marco del día del ambiente, los días 04 y 05 de junio el colectivo “Semillas de Diversidad” estuvo presente en la IV Feria Ambiental organizada por la Municipalidad de Lima, en la Alameda Chabuca Granda, en el centro de la ciudad. La ocasión permitió presentar a los asistentes diversos materiales e información actualizada acerca de los efectos que los alimentos transgénicos traen consigo.

La celebración por el día del ambiente reunió a un gran número de escolares, quienes concursaron elaborando vestidos con materiales reciclados. Entre las instituciones educativas participantes destacaron los colegios: Héroes del Cenepa, Mercedes Cabello de Carbonera, La Sagrada Familia, Noé Zevallos, Señor de la Misericordia, República Federal de Alemania, Nuestra Señora de la Visitación, Virgo Potens y Nuestra Señora Inmaculada Concepción, haciéndose del primer lugar el centro educativo Mercedes Cabello de Carbonera.

Desde el stand del colectivo “Semillas de Diversidad”, se explicó a todos los interesados algunos detalles acerca de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y los problemas que ocasionaron en países como Paraguay y Uruguay, además de dar a conocer los pormenores de la investigación de Marie Monique Robin, periodista francesa quien en su investigación El mundo según Monsanto, da cuenta de la lógica de producción de semillas transgénicas por parte de grandes empresas como Monsanto. Vale recordar que la investigación gira en torno al principio de equivalencia substancial, el mismo que nunca habría sido probado científicamente, y que permitiera la comercialización indiscriminada de estos productos en Estados Unidos desde inicios de los años noventa.

Finalmente, cabe señalar que el interés de los ciudadanos por conocer más acerca de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o transgénicos, quedó comprobado durante los dos días de la feria ambiental, pues un gran número de ellos se inscribió gratuitamente para recibir información más detallada acerca de este tema.

El colectivo “Semillas de Diversidad” agradece a la Municipalidad de Lima por la invitación a participar de la IV Feria Ambiental.

martes, 8 de junio de 2010

CIENCIA: MODIFICACIÓN EN LA UNIÓN EUROPEA

Propondrán que países sean libres de prohibir transgénicos

BRUSELAS (AFP). Los países de la Unión Europea (UE) serán libres de prohibir el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) si aceptan una propuesta formulada en este sentido por la Comisión Europea, indicaron a la AFP fuentes comunitarias.

El comisario europeo de Sanidad, John Dalli, presentará el 7 o el 13 de julio a los gobiernos sus planes, que dejan a criterio de las autoridades nacionales prohibir el cultivo de transgénicos en el conjunto o en una parte de su territorio. La medida puede concernir uno o varios productos, según las fuentes.

Un primer debate sobre este asunto tendrá lugar durante una reunión de ministros de Medio Ambiente los próximos 10 y 11 de junio en Luxemburgo, señalaron las mismas fuentes.
Bruselas tiene sobre la mesa tres peticiones sobre transgénicos: el maíz BT11 del grupo suizo Syngenta, el BT1507 del estadounidense Pionner y el MON 810 de su compatriota Monsanto, que solicita la renovación de su autorización.

Fuente: AFP
Publicado en: El Comercio
Fecha: Sábado 5 de junio de 2010

miércoles, 19 de mayo de 2010

Haiti: Monsanto y el Proyecto Vencedor

“La empresa transnacional Monsanto está ofreciendo a los agricultores del país un regalo mortal de 475 toneladas de maíz transgénico, junto con fertilizantes asociados y pesticidas".


La empresa estadounidense Monsanto donó semillas transgénicas a Haití. La denuncia se hizo el pasado 10 de mayo en un artículo escrito por el cura inglés Jean-Yves Urfié, ex profesor de química del Collége Saint Martial, en Puerto Príncipe. “La empresa transnacional Monsanto está ofreciendo a los agricultores del país un regalo mortal de 475 toneladas de maíz transgénico, junto con fertilizantes asociados y pesticidas, que serán entregados gratuitamente por el Proyecto Winner (vencedor en inglés), con el respaldo de la embajada de Estados Unidos en Haití”, alertó Urfiè. Según él, la multinacional Monsanto ya comenzó a distribuir las semillas de maíz transgénicas en las regiones de Gonaives, Kenscoff, Pétion-Ville, Cabaré, Arcahaie, Croix-des-Bouquets y Mirebalais.

La fuerte repercusión de esa denuncia obligó al Ministro de la Agricultura de Haití, Joana Ford, a convocar a una rueda de prensa el pasado día 12 de mayo en Puerto Príncipe. "Haití no tiene la capacidad para administrar los OGM (Organismos Genéticamente Modificados)” afirmó el Ministro Ford antes de desmentir que la donación de la Monsanto sea de maíz transgénico. "Nosotros tomamos todas las precauciones antes de aceptar la oferta hecha por la multinacional Monsanto para hacer una donación de 475,947 kg de semillas de maíz híbrido y 2.067 kg de semillas de hortalizas. Debemos mencionar también que, en ausencia de una ley que reglamente la utilización de Organismos Genéticamente Modificados en Haití, no puedo permitir la introducción de semillas ‘Roundup Ready' o cualquier otra variedad de transgénicos", enfatizó el Ministro.

Según Ford, las semillas híbridas ofertadas por la Monsanto son adaptadas a las condiciones tropicales de Haití. La donación forma parte de una campaña del Ministerio de Agricultura para reactivar el sector agrícola después del terremoto del 12 de enero. Para ello, informa el Ministro, más de 65 mil hectáreas de tierra están siendo beneficiadas con tractores que preparan el suelo, fertilizantes, pesticidas y formación para los agricultores.

La propia Monsanto se vio obligada a pronunciarse sobre el caso. “Nosotros creemos que la agricultura es la clave para la recuperación a largo plazo de Haití”, afirmó la transnacional en nota publicada en su página de Internet. “Tras el desastre, Monsanto donó dinero para la recuperación”, continúa la nota, “pero era evidente que la donación de nuestros productos - maíz y semillas de hortalizas de calidad - podría realmente hacer la diferencia en la vida de los haitianos”. Imbuida de este espíritu de generosidad fue que la mayor productora de semillas del mundo resolvió donar a Haití el equivalente a US$ 4 millones en semillas de maíz híbrido, repollos, zanahoria, berenjena, melón, cebolla, tomate, espinaca y sandía. 60 toneladas de esas semillas llegaron a territorio haitiano en la primera semana de mayo. Otras 70 toneladas arribarán a la capital de Puerto Príncipe el 13 de mayo. La previsión es que, para los próximos 12 meses, 345 toneladas más de semillas híbridas de maíz sean distribuidas a los agricultores del país.

Abriendo mercados

El terremoto del 12 de enero provocó la muerte de 300 mil personas y dejó sin techo a más de un millón de haitianos. Sus consecuencias fueron devastadoras. Pero, a pesar de haber alcanzado siete grados en la escala Richter, es poco probable que el terremoto haya quebrantado las estructuras de funcionamiento de una empresa transnacional como la Monsanto. La donación de las 475 toneladas de semillas híbridas puede ser promocionada como una acción de generosidad de la transnacional con el pueblo haitiano. Sin embargo, si se analizan las condiciones en las que esta donación ha sido efectuada, la generosidad se convierte en mera táctica empresarial para incrementar divisas.

El lucro de la Monsanto en el trimestre que cerró el 28 de febrero de 2010 fue de US$ 887 millones. En el mismo periodo del pasado año, su ganancia fue de US$ 1,09 billón, lo que significa una caída de 19%. Según el director ejecutivo de la transnacional, Hugh Grant, el principal motivo de esta caída fue la disminución en las ventas de herbicidas y productos químicos.

En una conferencia con analistas a inicios de abril, Grant afirmó que no podría recurrir al incremento de precios para revertir esta caída, ya que los agricultores no parecen dispuestos a pagar precios más altos por las nuevas líneas de semillas transgénicas, algunas de las cuales son dos veces más caras que las variedades más cultivadas hoy. "El retorno que estoy teniendo de los hacendados es que si nuestros precios fueran diferentes, la curva de adopción de las semillas será diferente", dijo Grant.

Al no ser posible subir el precio de sus productos, la única salida para la Monsanto es revertir la caída en su tasa de ganancia con la apertura de nuevos mercados consumidores. No es una casualidad que a poco menos de un mes de la conferencia de Hugh Grant, las semillas de la Monsanto arribaran a Haití.

Lo que no ha sido dicho ni por la Monsanto, ni por el Ministerio de la Agricultura haitiano, es que esas semillas híbridas de maíz sólo podrán cumplir sus promesas de productividad y adaptación al clima tropical haitiano si son tratadas con herbicidas, fertilizantes y productos químicos específicos, que no por casualidad son producidos por la propia Monsanto. Eso significa que los agricultores haitianos que reciban las semillas híbridas sólo conseguirán volverlas productivas si adquieran los herbicidas y fertilizantes de la Monsanto.

Además, las familias campesinas no podrán reaprovechar las semillas que broten de ese maíz, ya que una de las características de las semillas híbridas es que sólo su primera generación es adecuada para la siembra. Si quisieran continuar produciendo en la próxima siembra, los campesinos tendrían que comprar nuevas semillas de la Monsanto.

A ese ritmo, con el aumento del consumo de semillas y, consecuentemente, de herbicidas, fertilizantes y productos químicos de la Monsanto, la previsión del cura Jean-Yves Urfié podrá volverse realidad: “Pronto, habrá sólo semillas de la Monsanto en Haití. Entonces, será el fin de la independencia de los agricultores”.

Vencedor

La Monsanto no está sola en esta empresa. El transporte y toda la logística de distribución de las semillas en Haití está a cargo de otras dos empresas estadounidenses: la Kuehne + Nage Emergency and Relief Logistics y la UPS Foudation.

Ken Sternad, presidente de la UPS, insistió en pronunciarse sobre esta acción: “Como parte de nuestros esfuerzos continuos para apoyar la recuperación de Haití, la UPS tiene el orgullo de donar nuestros servicios a los barcos de semillas, ya que el país empieza a moverse en dirección a la construcción de un futuro sostenible".

Ese “futuro sostenible” de que habla Sternad y que viene atrayendo el interés de tantas empresas extranjeras está consolidado en el Proyecto Winner lanzado el 8 de octubre de 2009 por la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional). El Proyecto Winner invertirá 126 millones de dólares en los próximos cinco años para construir una nueva infraestructura agrícola en Haití, con el objetivo de aumentar su productividad. Entre tanto, suministrará asistencia técnica especializada, además de servicios técnicos e insumos agrícolas, como pesticidas y fertilizantes.

Es por intermedio de este Proyecto que serán distribuidas las 475 toneladas de semillas de la Monsanto. De hecho, tales semillas no llegarán directamente a las manos de los campesinos haitianos. Ellas serán destinadas primeramente a las tiendas administradas por la USAID y después serán vendidas por un precio “significativamente reducido” a las familias campesinas. “Nuestra meta es alcanzar 10 mil agricultores en esta temporada”, informó Jean Robert Estime, director responsable por el Proyecto Winner. “Las semillas ayudarán a alimentar y suministrar oportunidades económicas para los agricultores, sus familias y la comunidad en general”.

Para comprender que tipo de “oportunidades económicas” son estas, hay que dilucidar cuáles son los actores que están atrás del Proyecto Winner. Su director responsable, Jean Robert Estime, sirvió como Ministro de Relaciones Exteriores durante los 29 años de la dictadura de Duvalier en Haití, época en que fueron asesinados más de 30.000 haitianos y el país abrió sus puertas a los productos alimentarios extranjeros. Gracias a esa apertura, Haití importa hoy el 80% de los alimentos que consume.

Arquitecta y coordinadora del Winner, la USAID es una agencia gubernamental estadounidense creada en 1961. Según su página oficial en Internet, tiene la misión de “promover los intereses de la política externa de Estados Unidos en la expansión de la democracia y de los mercados libres, mejorando la vida de los ciudadanos del mundo en desarrollo”. Con sede en Washington/DC, la USAID está presente en las cinco regiones del mundo. Su trabajo apoya “el crecimiento económico y los avances de la política externa de Estados Unidos”.

Nuevo terremoto

“Se trata de un nuevo terremoto más peligroso a largo plazo que el ocurrido el 12 de enero. No se trata de una amenaza, sino de un ataque muy fuerte a la agricultura campesina, a los campesinos y a las campesinas, a la biodiversidad, a las semillas criollas que estamos defendiendo, a lo que resta de nuestro medioambiente en Haití”, denuncia Chavannes Jean-Baptiste, coordinador del Mouvman Peyizan Papay (MPP) y miembro de la Vía Campesina haitiana.

Chavannes acusa al gobierno haitiano de estar aprovechando el terremoto para vender el país a las fuerzas imperialistas y a las empresas transnacionales. “No podemos aceptar eso”, advierte el dirigente campesino, “debemos iniciar ya la movilización contra este Proyecto, contra la Monsanto en Haití. Necesitamos una fuerte unidad en Haití y una fuerte solidaridad internacional para enfrentar a la Monsanto y todas las fuerzas de la muerte que quieren acabar con la soberanía total de este pequeño país que conquistó su independencia con la sangre de sus hijos y de sus hijas desde 1804”.

Como primer paso en este enfrenamiento, el MPP convocó a los campesinos a enterrar y quemar todas las semillas de maíz provenientes del Ministerio de la Agricultura. Además, una gran marcha está planificando la Vía Campesina de Haití para los próximos días 4 y 5 de junio, con ocasión del Día Internacional del Medio Ambiente. La marcha partirá de la región de Papay con destino a la ciudad de Hinche, capital del departamento Central. (Traducción ALAI)

**Thalles Gomes, periodista brasileño, desde Puerto Príncipe- Haití.

jueves, 29 de abril de 2010

NOTA DE PRENSA
Transgénicos constituirían amenaza inminente
para la biodiversidad del Perú
Documental sobre multinacional Monsanto devela graves riesgos a la salud y biodiversidad

De derecha a izquierda: Dra. Antonieta Gutiérrez presidenta de la Asociación Peruana de Genética, Sr. Antolin Huascar, presidente de la Confederación Nacional Agraria, Walter Ramírez de PIDAASSA-Colectivo Semillas de Diversidad.


En conferencia de prensa, el colectivo Semillas de Diversidad presentó hoy en el auditorio de la Confederación Nacional Agraria (CNA) el documental “El mundo según Monsanto”, de la periodista francesa Marie Monique Robin, en el que se da cuenta de la lógica que existe detrás del empleo de cultivos transgénicos por parte de las multinacionales como Monsanto, cuyo objetivo final sería hacerse de las patentes de diversos tipos de semillas, mediante la modificación de un solo gen.

La presentación del documental se realizó en el marco del Día de la Tierra, con la finalidad de alertar sobre las amenazas que la introducción de cultivos transgénicos constituyen para el Perú y contó con la participación de la Dra. Antonieta Gutiérrez, Presidenta de la Sociedad Peruana de Genética y Directora del Centro de Investigación de Recursos Genéticos, Biotecnología y Bioseguridad (CIRGEBB); y de Antolín Huáscar, Presidente de la Confederación Nacional Agraria (CNA).

Desde el punto de vista de la Dra. Gutiérrez, en el Perú existiría la “amenaza inminente de daño a la biodiversidad” pues de acuerdo a estudios realizados en Piura, Lambayeque, La Libertad, Ancash y Lima se ha encontrado, tanto en granos como en semillas cosechadas de maíz, la presencia de transgenes que constituyen un claro riesgo de contaminación para las variedades locales. Esto se vería agravado de liberarse el empleo de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) ya que se estaría dando preferencia a semillas que han sido modificadas genéticamente para que tengan características muy particulares en desmedro de las semillas nativas.

Al respecto, señaló que “en Perú existen 56 razas locales de maíz distribuidas en todo el territorio nacional, que son únicas, incluso algunas de ellas existen solamente en ciertos nichos ecológicos de nuestro país”. Sin embargo, el daño podría girar en términos no solo de contaminación sino también de propiedad intelectual (patentes) de no contar con una legislación clara al respecto que proteja la biodiversidad local, pues una empresa que haya modificado un gen de una semilla, podría reclamar derechos sobre todas las que tengan dicho gen, incluso si ese gen fuera producto de la contaminación entre semillas, tema que aborda precisamente el documental “El mundo según Monsanto”.

Siguiendo esa misma línea, la Dra. Gutiérrez sostuvo que así como existen organismos internacionales que financian la conservación de grandes bancos naturales ex-situ, “¿por qué no financiar la conservación de estos bancos naturales in situ, como es el caso del Banco Natural Perú?”, protegiendo así a los organismos vivos de nuestro territorio de los posibles impactos que pudieran sufrir. En ese sentido, contar con un Reglamento de Bioseguridad que proteja la biodiversidad del país y que se ajuste a los acuerdos internacionales a los que estamos adheridos (como el Protocolo de Cartagena) constituye un aspecto esencial en este tema, donde de acuerdo a la especialista debe primar el principio precautorio.


Datos
• En base a la experiencia que se ha tenido en otras partes del mundo con respecto a la contaminación de semillas locales con transgénicas, el Estado debe realizar monitoreos y estudios para identificar a los responsables de liberar ilegalmente estos organismos genéticamente modificados y dar una “moratoria” en la liberación de los OGMs, como mecanismo de prevención.


• En Uruguay, en 2006, un decreto de los Ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), suspendió el uso, producción y comercialización de semilla de maíz dulce transgénico. Ambos ministerios justificaron la suspensión en la vulnerabilidad particular de los sectores de agricultura familiar que desarrollan sistemas de producción hortícola.


Lima, 28 de abril de 2010
PRENSA
Colectivo Semillas de Diversidad
Benala, Asociación Civil Labor, PRATEC, PIDASSA, Comunicaciones Aliadas, Confederación Nacional Agraria-CNA
Mayores informes sobre el documental comunicaciones@benala.org.pe

Trailer del Documental "El Mundo segúnMonsanto" Hacer Click aquí: http://www.youtube.com/watch?v=VXHiumCTjIc

viernes, 23 de abril de 2010

NOTA DE PRENSA

COLECTIVO SEMILLAS DE DIVERSIDAD
TIERRA LIBRE DE TRANSGÉNICOS
CONMEMORANDO EL DIA MUNDIAL DE LA TIERRA
EL COLECTIVO “SEMILLAS DE DIVERSIDAD”
PRESENTA VIDEO DOCUMENTAL SOBRE LOS IMPACTOS DE LOS
TRANSGENICOS Y LOS AGROQUIMICOS EN LA AGRICULTURA
“El Mundo según Monsanto”


Conmemorar el Día Mundial de la Tierra es oportunidad para reflexionar y tomar medidas sobre temas que actualmente están en debate como el de los “cultivos transgénicos” que afectan no solo nuestra soberanía alimentaria sino que se convierten en una seria amenaza para la mega biodiversidad que posee nuestro país y por la que es reconocido en todo el mundo.

Por ello las instituciones que apuestan por una agricultura sostenible y la recuperación de nuestra biodiversidad, unidas en el colectivo “Semillas de la diversidad” presentarán este Miércoles 28 de Abril el documental “El Mundo Según Monsanto” producción que recientemente ha sido doblada al castellano y que presenta los resultados del crecimiento exponencial de los cultivos transgénicos, además de los efectos negativos que provocan los productos agroquímicos y las semillas de soja transgénica que comercializa Monsanto, la empresa más grande del mundo en el rubro.

La presentación de dicho documental estará precedida de una conferencia de prensa en la que los representantes del colectivo “Semillas de Diversidad” presentarán posición frente a este debate que se ha generado en el Perú en torno al Reglamento de Bioseguridad que regularía el ingreso y manejo de semillas transgénicas a nuestro país, el cual no tiene hasta hoy fecha de aprobación y frente a la propuesta de etiquetado de productos transgénicos que estaría en vías de aprobarse en el pleno del Congreso. El evento también contará con la destacada participación de la Dra. Antonieta Gutiérrez, presidenta de la Sociedad Peruana de Genética quien nos brindará los argumentos científicos que nos alertan sobre los peligros de los Organismos Modificados Genéticamente-OGM.

El Colectivo Semillas de Diversidad ha sido creado hace poco más de un año por unas diez organizaciones, todas ellas movidas por el interés de promover mayor debate y conciencia sobre nuestra riqueza agro ecológica y los peligros de la semilla transgénica. En este sentido se han realizado algunas actividades como el I Seminario Internacional sobre Semillas de Diversidad Vs. Transgénicos realizado a comienzos del año pasado, donde se contó con la destacada participación de Marie Monique Robin, periodista francesa productora del Documental: “El Mundo Según Monsanto”. Asimismo ha impulsado el doblaje al castellano del mismo documental y cuenta con la distribución exclusiva en el Perú.

Actualmente el colectivo “Semillas de la Diversidad” está conformado por la CONFEDERACION NACIONAL AGRARIA, ASOCIACION CIVIL LABOR, COMUNICACIONES ALIADAS, PRATEC, PIDASSA, BENALA ESCUELA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE, entre otras organizaciones y está abierto a todas aquellas que quieran sumarse.

La presentación del documental se realizará el miércoles 28 de abril a las 10.00 am, (hora exacta) en el local de la CONFEDERACION NACIONAL AGRARIA ubicado en Jirón Miroquesada 327, Lima. Sírvase confirmar su asistencia a comunicaciones@benala.org.pe o al teléfono 462-0330.
Agradecemos gentilmente la difusión de esta nota de prensa.


Equipo de Prensa
Colectivo Semillas de Diversidad
semillasdediversidad.blogspot.com/

jueves, 25 de marzo de 2010


Llegó al Perú…


Documental-película “El Mundo Según Monsanto”


El documental señala los peligros resultantes del crecimiento exponencial de los cultivos de transgénicos, que en el 2007 cubrían 100 millones de hectáreas, con propiedades genéticas patentadas en un 90% por Monsanto.


“El mundo según Monsanto", documental dirigido por la destacada periodista Francesa Marie Monique Robin en el 2008 donde se denuncia los efectos negativos que provocan los productos agroquímicos y las semillas de soja transgénica que comercializa la empresa más grande del mundo en el rubro: Monsanto.

Este documental expone las consecuencias negativas que tiene el monocultivo de la soja o soya transgénica en el medio ambiente y en el suelo. También retrata los efectos en la salud humana de la utilización del Roundup, el herbicida que se comercializa con la semilla transgénica, y del que se sospecha podría producir cáncer. En síntesis, este documental muestra la cara más oscura de la lógica económica neoliberal, a través de la realidad agrícola de América del Norte y del Sur, especialmente de Argentina.

En la actualidad, Monsanto, es la primera empresa norteamericana que maneja el mercado mundial de las semillas modificadas genéticamente, de soja, maíz y algodón, y junto a ellas, elabora y comercializa productos agroquímicos.

Asimismo, Monsanto es la misma empresa que fabricó el PCB (piraleno) del “agente naranja” usado como herbicida en la guerra de Vietnam y de hormonas de incremento para la producción láctea, prohibida en Europa, ocultando durante 50 años que ese aceite era cancerígeno.

Esta producción audiovisual, de casi dos horas de duración, ha llegado al Perú, luego de su reciente traducción al castellano. Su distribución exclusiva está a cargo de Benala-Escuela para el Desarrollo Sostenible, ubicado en Daniel Alcides Carrión 336 – Magdalena del Mar (Altura cdra. 37 de la Av. Brasil).

Quienes tengan interés en adquirir este material pueden hacerlo vía correo electrónico comunicaciones@benala.org.pe o al teléfono 4620330. Esta organización prepara una pronta presentación oficial de este material entre los decisores de políticas vinculados a este tema en nuestro país.
ARGENTINA
“El glifosato mata la pachamama”
Juan Nicastro18/03/2010

Entrevista con Rodolfo Edgardo Páramo, médico experto en agrotóxicos
Rodolfo Páramo es médico pediatra radicado en el norte de la céntrica provincia de Santa Fe. Jubilado de su profesión, sigue activo en la difusión de los efectos del glifosato, el herbicida fabricado por la transnacional estadunidense Monsanto, utilizado para fumigar las plantaciones de soja transgénica que en Argentina cubren ya una superficie de más de 17 millones de hectáreas.
Junto a integrantes de diversos grupos de vecinos que intentan frenar las fumigaciones en sus pueblos, Páramo recorre el país dando charlas y conferencias o participando en encuentros sobre el tema. A mediados de marzo se dio a conocer un fallo dictado en diciembre por la Justicia de Santa Fe que prohíbe las fumigaciones con glifosato a menos de 800 metros de viviendas familiares.
Juan Nicastro, colaborador de Noticias Aliadas, dialogó con Páramo en el marco del Festival Nacional de Folclore de Cosquín, provincia de Córdoba, realizado del 20 al 31 de enero, ámbito elegido para una nueva campaña de concientización sobre el daño a la salud que producen los agrotóxicos.
¿Cómo descubrió los efectos de los herbicidas?
Luego de siete años de trabajo en el servicio de neonatología del Hospital José María Cullen, en la ciudad de Santa Fe, me trasladé a la localidad de Mal Abrigo, en el norte de la provincia, donde me dediqué a clínica pediátrica. Allá por los años 1994 y 1995, comenzamos a ver nacimientos con malformaciones, sobre todo del neuroeje, desde el cerebro hasta la columna vertebral. A nivel cerebral, anencefalia, es decir, falta de cerebro.Y a nivel de la columna vertebral, falta de cerramiento en algunos lugares, principalmente a nivel cervical y lumbo-sacro, quedando la médula expuesta al exterior.
Mal Abrigo tiene unos 10,000 habitantes y de 15 a 20 partos por mes. En un año tuvimos 12 niños nacidos por malformaciones, una tasa altísima. En Santa Fe teníamos lo normal: un caso de malformación congénita cada 8,500 a 10,000 nacimientos vivos. En Mal Abrigo la cifra era de terror. Comenzamos a investigar. Yo planteaba que había en el ambiente una sustancia que inhibía al ácido fólico, que es el protector para evitar las malformaciones en el sistema nervioso. Esto me llevó a averiguar qué producto se estaba utilizando en el campo.
Corrían los años 1994, 1995. Recién en enero de 1996, Felipe Solá, subsecretario de Agricultura del gobierno del ex presidente Carlos Menem [1989-99], autorizó formalmente la siembra de soja transgénica RR Roundup Ready, resistente al herbicida Roundup, el glifosato de Monsanto. Pero observen que [la transnacional suiza] Syngenta venía vendiendo en la zona la soja de Monsanto, antes de la autorización nacional, de contrabando, y utilizaba el Roundup.
Yo seguía investigando, hablaba con ingenieros agrónomos, en una época en que las arañas —o mosquitos, como les llaman en otros lugares [vehículo cuyo diseño lo asemeja a una gran araña o insecto]— terminaban de fumigar en el campo y entraban chorreando los productos químicos por las calles del pueblo. Eso en muchos lugares sigue ocurriendo. Otras localidades, como en este caso el gobierno de Mal Abrigo, prohibieron el acopio y la introducción o circulación de los mosquitos o arañas dentro del perímetro urbano del pueblo. Y como por arte de magia, empezaron a disminuir las malformaciones en los recién nacidos.
Pero comenzaron a resaltarse los casos de cáncer, sobre todo en personas jóvenes, que no respondían a los tratamientos anticancerosos habituales, y de rápida evolución.
¿Hay antecedentes de efectos nocivos en otros lugares del mundo?
Muchos. Recordemos que hace más de 20 años, en Bophal, India, por mal manejo de los empleados de la [transnacional estadunidense] Union Carbide, un químico que estaban produciendo se desparramó en el ambiente y en menos de 10 minutos hubo 20,000 muertos, y actualmente se siguen sufriendo secuelas.
Al principio, a mí me consideraban loco, el que venía a molestar. Cerca del 2000 logramos que un juez, con sentencia judicial, con elementos científicos, sacara los silos de cereales del centro de Mal Abrigo, demostrando que en el ámbito urbano son desastrosos para la comunidad. Mientras yo trabajaba en la ciudad de Santa Fe, no vi la cantidad de chicos con problemas respiratorios que vi en Mal Abrigo. Allí había polución ambiental, porque ventean los cereales para secarlos, pero al mismo tiempo están sacando al aire sustancias que están en la cobertura de esa semilla. El herbicida está.
La Universidad Nacional del Litoral [en Santa Fe] desde el año 1997 venía haciendo un estudio, publicado el año pasado, que demostró que hay concentraciones de glifosato en el grano verde y en el grano maduro de la soja. Y que el glifosato pasa a todo lo que sea acuoso. Además, cuando se estudió el aceite de soja, se encontraron residuos del insecticida endosulfan, altamente tóxico; tal es así que a partir de este año la transnacional alemana Bayer lo retirará de la venta en Argentina.
¿El glifosato mata todo menos la soja?
Casi todo. En EEUU tuvieron que abandonar campos, unas 5,000 Ha, porque apareció lo que consideraron una nueva maleza, maldita para ellos, bendita para nosotros, el amaranto, cereal que es la base nutricional de los pueblos originarios de la América andina para mantenerse fuertes y sanos. Y no pueden destruirla con ningún herbicida. El nuevo enemigo de Monsanto es el amaranto.

¿Cuál cree que es el modo más eficaz de enfrentar esta situación?
Que la gente tome conciencia. Hay muchísimos productos hechos con esta soja, cada vez más. Yo estudié en una universidad pública, y tengo la obligación de devolver a la sociedad lo que la sociedad me dio a través de esa enseñanza gratuita que recibí. Mi educación la pagó la gente. Y si yo, como profesional, veo que hay algo que es ignorado pero que está matando gente, tengo que reaccionar, estudiar y difundir. Y el glifosato no mata sólo la vida humana, mata las bacterias y los hongos de la tierra. Mata la pachamama. Y no me lo contaron, lo viví. —Noticias Aliadas.
FUENTE: Noticias Aliadas / Latinamerica Press

Alimentos Transgénicos

¿Qué hay de comer? Reportaje sobre las consecuencias en el consumo de los Organismos Modificados Genéticamente (OMG) también conocidos como Alimentos Trangénicos.