jueves, 3 de mayo de 2012


Etiquetado de transgénicos aún no tiene fecha para su reglamentación

Ministerio de Justicia ha propuesto a la PCM fijar umbrales para el etiquetado, pero aún no hay consenso
MARIENELLA ORTIZ
Hace más de un año que se aguarda una definición sobre el etiquetado de losalimentos transgénicos. Todo indica que la espera no tiene fecha límite, pues, por lo que mencionan los actores involucrados, la elaboración del reglamento del etiquetado se encuentra entrampado en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Según se supo, la Sociedad Nacional de Industrias y el presidente de la Comisión de Defensa al Consumidor del Congreso, Jaime Delgado, solicitarán por separado reuniones al primer ministro Óscar Valdés para conocer las dificultades detrás del reglamento pendiente. Consideran que otros asuntos coyunturales ganaron espacio en la agenda de la PCM.
La demora en la aprobación del reglamento se debe a discrepancias en torno a ciertos temas de fondo. Por ejemplo, se discute la posibilidad de fijar o no un umbral, es decir, un porcentaje a partir del cual sería obligatorio el etiquetado.
Para la SNI debe ser a partir del 5% de contenido transgénico, como ocurre en otros países, mientras que Delgado considera que el Código de Protección y Defensa al Consumidor no fija condición alguna, así que –en su opinión– habría que etiquetarlo todo.
Diego Calmet, asesor legal de la SNI, resaltó que en la industria alimentaria existe una serie de insumos que podrían tener modificaciones genéticas. “¿Qué pasa si existe un alimento con 0,01% de modificación genética? ¿También tendrá que ser etiquetado al igual que aquel que llega a un 90%? Esto no cumple el espíritu de la ley de orientar al consumidor”, comentó.
Calmet señala que la comunidad internacional le ha solicitado al Perú un umbral. Destacó que el despacho de Justicia ha trasladado ese pedido internacional a la PCM, según su informe legal 013-2011-JUS. Este documento agrega que “una reglamentación que contenga una obligación amplia de etiquetado, sin tomar en consideración otros criterios –como el umbral–, podría significar un incremento de los precios de los alimentos”.
Sobre estos comentarios, Antonietta Gutiérrez, bióloga de la Universidad Agraria La Molina, respondió que establecer umbrales en el país significará una exigencia mayor a los laboratorios –difícil de cumplir–, para determinar el porcentaje de modificación genética. Refirió que a la Unión Europea le tomó entre cinco y ocho años estandarizar sus protocolos, debido al establecimiento de un umbral.
Delgado afirmó que no se justifica un incremento de precios como consecuencia de un etiquetado general.
¿EXCLUSIONES?
El mismo informe legal del Ministerio de Justicia introduce otro tema como parte de la discusión, relacionado a aquellos alimentos que, al no contener la proteína genéticamente modificada, no tendrían por qué ser etiquetados.
Al respecto, Calmet apuntó que las grasas de la soya transgénica, por ejemplo, no tienen material genéticamente modificado una vez separadas de la proteína. Por ello, consideró que los aceites de soya no requieren del etiquetado.
Delgado replicó, no obstante, que esta hipótesis se desbarata cuando se observa que en otros países, como en Brasil, se etiquetan los aceites elaborados con una materia prima transgénica.
EL DATO
La anterior administración aprista dejó listo un borrador del proyecto de etiquetado de transgénicos que no comprendía el establecimiento de umbrales.  (Fuente El Comercio)